Al cierre de esta edición y con las últimas bocanadas de aire, les convidamos algunas reflexiones –sin mucho tiempo pa´ pensarlas- sobre lo que fue la Jornada Interclaustro de la Facultad de Lenguas del 12 de septiembre. El tema que nos convocó fue la reforma política de la UNC en cuanto a sus mecanismos para elegir autoridades unipersonales (Decan@, Vicedecan@, Rector/a y Vicerector/a), tema sobre el cual ya expusimos nuestras visiones y propuestas a nuestr@s compañer@s y tuvimos la oportunidad de compartirla con docentes, egresad@s y no-docentes dicho viernes.
No tan acertada fue la decisión de la gestión de poner esta jornada el día antes de la semana de exámenes, lo cual resultó en una escasísima participación de nuestro claustro. De todos modos, fue una grata primera experiencia teniendo en cuenta que no es habitual que la comunidad de Lenguas discuta sobre su realidad y la de la UNC.
La dinámica fue variando en plenarios y comisiones de debate, en donde se presentaban y discutían los proyectos presentados para modificar el mecanismo de elección que rige hoy en la Universidad. Luego de intercambiar enfoques y diagnósticos sobre lo que sucede en nuestra Institución, percibimos una buena recepción de nuestra propuesta en cuanto a qué concepciones de democracia se ponían en juego y a las intenciones de distribuir y ponderar el poder entre todos los miembros de la comunidad.
Vale destacar, sin embargo, que hubo intervenciones que no lograban escapar de las lógicas medievales sobre quiénes debían tener el poder y explicitaban, sin prurito alguno, la creencia de que l@s estudiantes somos incapaces de ser partícipes del co-gobierno universitario. Aun así, el diálogo se dio en un marco de respeto, donde se argumentaba desde la convicción y desde una clara posición política.
Resta ahora “transpirar la camiseta” para poder lograr una verdadera transformación de la vida política en la UNC que incluya a tod@s y no dar un paso atrás cuando intenten vendernos espejitos de colores (de colores morados, pa´ serle franco).
