16.7.08

Colabore con cambio

Hace tres años, después de las elecciones de Decanato 2005 y luego de no haber podido “torcer”, en esa instancia, el proceso de vaciamiento de nuestra Facultad, a.i.e.l. publicaba en su INFOCEL nº8 “En el balance que hicimos, encontramos como aspecto negativo los resultados finales y como positivo, el hecho de que un grupo de docentes, estudiantes y egresad@s por fin nos hayamos encontrado proyectando una institución mejor”. Lo que son las cosas: hace apenas dos semanas, en una nueva elección (las elecciones de Decanato son cada tres años, periodo coincidente obviamente con el mandato del cargo) fueron electas las profesoras Silvia Barei y Griselda Bombelli como Decana y Vice-Decana, respectivamente, en un proceso similar al que presagiábamos en el 2005.

Como con frecuencia sucede que las elecciones se agotan en el debate del nombre y las personas que ocuparían los cargos, l@s estudiantes y egresad@s de a.i.e.l. nos propusimos en todo caso concentrarnos en un proyecto de Facultad, en la necesidad de que dicho proyecto sea sólido académica e institucionalmente y que incluya una revisión crítica de la función social de nuestra unidad académica. Nos parece que teniendo claridad en ello, l@s eventuales referentes que materialicen lo planificado surgen de un proceso natural de mayor o menor organización de la comunidad, en este caso, de Lenguas.

Esta vez estuvimos apoyando a las candidatas que a la postre habrían de ser, ya desde es mismo día, las nuevas autoridades en funciones. Es difícil sintetizar largos debates de largos meses de nuestra agrupación para definir su apoyo a Barei/Bombelli –o Silvia/Griselda, como prefiera la/el lector/a- pero lo cierto es que vimos en ellas la síntesis de sectores que, aun desde diferentes “culturas políticas”, pugnamos por crear y/o recrear la calidad académica, la transparencia institucional, la participación democrática y la responsabilidad social, necesarias como cualidades vitales para una institución educativa. Asimismo, porque –y así lo expresan a cada momento- su plan no es exclusivo de un sector cerrado o restringido a un claustro, sino que debe construirse como un proyecto colectivo que convoque a la participación de más miradas, de más voces, de más manos. Como bien dijo Silvia al cierre de su discurso de asunción –y parafraseando al SUP- “Lenguas deberá ser un mundo donde quepan muchos mundos”.