14.7.09


Editorial

Luego del receso invernal, nos reencontramos en nuestra casa de estudios para entrar nuevamente en las actividades académico: exámenes finales, parciales y la vuelta a clases. Para que no nos olvidemos: los exámenes finales se tomarán entre el 20 y el 31 de julio. Las fechas correspondientes a cada una de las carreras están publicadas en los transparentes de la Facu y en la página web.

Además de la info académica, existen también cuestiones coyunturales que, por su grado de importancia, requieren del apoyo y movilización de tod@s nosotr@s. Actualmente en nuestra provincia, está en marcha un proyecto de ordenamiento territorial de bosques nativos. Dicho proyecto tiene la intención de “promover la conservación y la regulación de la expansión de la frontera agropecuaria y de cualquier otro cambio de uso del suelo” y la de “implementar las medidas necesarias para regular y controlar la disminución de la superficie de bosques nativos”, entre sus principales ejes de trabajo. Es preciso tener en cuenta que, a raíz del monocultivo de soja, más de un millón de bosques por año han desaparecido en esta provincia. En reclamo por una justa ley de bosques se están llevando a cabo acciones como festivales, mesas-debate y junta de firmas; a las cuales desde el CEL hemos aportado, convocando a la concientización sobre la problemática.

Por otra parte, otro hecho de suma gravedad es la denominada explotación a “cielo abierto”: el caso en cuestión es la minera La Alumbrera, ubicada en la provincia de Catamarca. El daño causado deviene de los miles de litros de agua -extraídos de una reserva natural- que se derrochan diaramente para separar los metales de los desechos que resultan al explotar grandes parcelas de tierra. La extrema gravedad de este hecho radica en que existe una Ley (la Ley 14.771) que establece que La Alumbrera otorgará al CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) un porcentaje del monto que recibe de las ganancias de la explotación. Esto significa, concretamente, que las entidades públicas –si esto se cumple- recibirían dinero a costas de los daños causados a nuestros recursos naturales. De esta manera y una vez más, las políticas mercantilistas de empresas multinacionales anteponen sus intereses económicos, destruyendo algo que nos contempla y nos contiene a tod@s: la naturaleza y sus tierras.