16.5.09

Lenguas avergonzadas…

Hace más o menos dos meses, la Secretaría de Coordinación (a cargo las finanzas) elevó un anteproyecto de presupuesto al Honorable Consejo Directivo, elaborado por el contador y administradores de la Facultad. L@s consejer@s estudiantiles y egresad@s de a.i.e.e.l. analizamos minuciosamente y observamos en esta propuesta una serie de falencias que debían ser atendidas.
El miércoles 6 de mayo, en la sesión del Honorable Consejo Directivo, se sometió a discusión y votación dicho proyecto. Much@s docentes se volvieron increíblemente reglamentaristas (algo en verdad sorprendente, si se considera su desempeño anterior en dicho órgano) con la finalidad de que nuestr@s consejer@s no pudieran hacer uso de la palabra más de una vez.
L@s Consejer@s estudiantiles y egresados no hicimos más que hacernos cargo -como parte de la institución- de realizar propuestas para resolver problemáticas de índole académica, socioeconómico y extensionista. Planteamos la necesidad de priorizar ciertas áreas, la importancia del anclaje social de la Universidad (base de los Estatutos Universitarios), que no se puede hacer caso omiso a las demandas socio-históricas que nos atraviesan y que el proyecto presupuestario debía engarzarse en un proyecto socio-político democrático.
Lamentablemente, nuestros argumentos fueron desoídos, deslegitimados y –en el caso del Sec. de Coordinación Luis Jaimez- hasta respondidos con falacias y sorna. Éste denotaba que “no se puede hacer más”, que “algún día será”. Postura mesiánica si las hay que no da cuenta de la necesidad de mejorar la realidad. Incluso, hubo quien sugirió que haber subido el monto para ayudas económicas de $30.000 a $50.000 “ya era demasiado”, haciendo caso omiso al hecho de que el total de ayudas económicas solicitadas por estudiantes ronda los $90.000. Que un número nos parezca elevado en función de otro número, no significa necesariamente que su aplicación final sea satisfactoria: los $50.000 no son suficientes para solventar las necesidades de l@s compañer@s aludid@s y se corre el sólido riesgo de que, por primera vez, la Facultad no dé respuestas a dichas demandas.
¿Los resultados? 8 Consejer@s (Docentes: V. Wilke, S. Marchiaro, M. López Barrios, A. Parfeniuk, F. Gímenez, M. Buteler, J. Martínez; No Docente: R. Sosa) votaron por la aprobación del Proyecto de Presupuesto tal cual estaba, mientras que hubo 8 votos (Estudiates: L. Seia, F. Kendziura, S. Boldrini, L. Di Lonardo, J. Amaya; Docente: I. Alochis; Egresados: P. Perón, W. Ludueña) por la negativa en función de que había otra moción que incluía nuestras propuestas (ver artículo siguiente). La decisión final quedó en manos de la Decana Silvia Barei, quien resolvió aprobar el Proyecto de Presupuesto elaborado por los técnicos y enseguida solicitó “ser escuchada”, al ver que l@s estudiantes y los egresados nos retirábamos indignad@s. Nos retiramos espontáneamente porque necesidades impostergables no habían sido “escuchadas”; pues entendemos que “escuchar” es mucho más que percibir una serie de sonidos; es representar el compromiso de actuar de acuerdo a cómo la realidad nos interpela. La realidad real, la de la crisis y la miseria. Aquella donde algun@s acceden al ejercicio de sus derechos y otr@s son analizad@s como productor@s de violencia mientras que, en realidad, son sus víctimas.
Ahora bien, dada la paridad previa a la votación del Decanato (votación sólo necesaria en el caso de empate), un voto habría hecho la diferencia. Un voto para garantizar acciones específicas a desarrollar en aras del desarrollo de la Universidad, de sus funciones, de la contención estudiantil. ¿Dónde estaba la agrupación William Shakespeare? ¿Por qué se retiraron de la sesión antes del tratamiento de un tema tan delicado? ¿Dónde estaban est@s Consejer@s que usualmente se ausentan del HCD y de las Comisiones? No participaron de una votación crucial para decenas de compañer@s que, por irresponsabilidad de dich@s Consejer@s, no obtendrán un aporte capital para su desempeño académico.
Evidentemente, no fue una sesión más. A la hora de votar se jugaron más cosas que al momento de declamar y, cuando hubo que discutir sobre uno de los Presupuestos de Recursos Propios más altos de la UNC, las prioridades no fueron las mismas…