17.4.09

No hay golpe que detenga un sueño

Como todos los 24 de marzo, y desde hace 9 años, se conmemora el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, “en homenaje a todas las personas que sufrieron persecuciones, encarcelamientos, torturas, muerte o desaparición durante la represión llevada a cabo por el terrorismo de Estado”, según brega la ley nº 355 decretada en el año 2000.

Y es recordando a tod@s es@s compañer@s por lo que nos reunimos el 23 de marzo en nuestra Facu con otr@s cumpas y egresad@s para reflexionar sobre un proyecto político, sobre ideales y sobre un sueño que intentaron borrar y que nosotr@s, día a día, pretendemos mantener encendido y activo. Era lunes a la tarde, y un grupo de personas estábamos no sólo rememorando pasados sombríos sino también analizando y profundizando en un presente no tan alejado de esas prácticas oscuras. Charlamos un poco sobre aquellos tiempos en los que la Guerra de Malvinas y el mundial ’78 eran una perfecta cortina de humo, en los que un modelo económico neoliberal se acomodaba en el sillón, se ponía aún más cómodo y visionaba certero una larga estadía, en los que la represión jugó un rol fundamental y el horror se llevó una generación de compañer@s luchador@s... Ell@s, l@s que -no por casualidad- hoy serían nuestr@s dirigentes.

Nos posicionamos en el presente y no nos sorprendimos de encontrar el mismo modelo económico, represión a quienes luchan por el cambio, fragmentación social, una hegemonía mediática gobernante (dominante y peligrosa) y un puñado de gente -bastante grande, por cierto- que hoy recuperamos ese proyecto político acallado y seguimos en la lucha. Un grupo de personas que crece y que, sin duda, creemos que NO HAY GOLPE QUE DETENGA LOS SUEÑOS REVOLUCIONARIOS. El por qué, lo van a poder ver en la pared de la Facu, en el 1er piso, al lado del CEL, donde plasmamos algunos de nuestros pensamientos al final de una jornada muy agradable y, definitivamente, movilizadora.

Al día siguiente (el 24) nos movilizamos -pero esta vez con nuestros pies y nuestras gargantas- y emprendimos la marcha que nos convoca todos los años desde Colón y Cañada hasta la Plaza San Martín, culminando en un acto en conmemoración de aquel genocidio. Hubo gente, hubo recuerdos, hubo sentimiento, hubo ganas de moverse, de actuar, de encaminarnos cada vez más hacia el rumbo de la justicia; hubo música, hubo alegría con respeto, estuvieron ahí, con nosotr@s, que éramos multitud y que decíamos nunca más al olvido, l@s 30 mil compañer@s… presentes.