27.11.08

No taaanto pa festejar

El 30 de octubre celebramos un hecho histórico en nuestra Argentina: hace un cuarto de siglo recuperamos la democracia. Es una proeza que aún hoy se mantenga, cuando lo que realmente hace falta (como lo hacía la democracia en ese momento), casi nunca sale, y si sale no dura...


El contexto en el que volvió la democracia, fue en el de un país profundamente dañado, tras una fuerte represión militar que pisoteó nuestros derechos, sembrando horror en el país desde el año 1976 (y antes también). Por este motivo, la llegada de la tan ansiada democracia, de la mano de Raúl Alfonsín, regó al pueblo de esperanzas. Pero no fue tan así. El arribo de esta fecha nos lleva a reflexionar sobre fracasos, abusos y promesas incumplidas, antes que un aniversario de regocijo cívico.


En estos 25 años de democracia en el país, se triplicó la brecha entre pobres y ric@s, se construyó una sociedad tres veces más injusta. Y encima parece ser que la culpa de todo empezaría por el mismo de siempre: el gran señor MERCADO. El mercado tiene una lógica de naturaleza profundamente contradictoria a la democracia. Como afirma el compañero Atilio Borón “El mercado es una institución social y económica, que tiene una lógica profundamente antidemocrática. Es un espacio en el que se compran y venden mercancías. Compra el que tiene dinero y vende el que tiene necesidad. Y la democracia, por el contrario, es un sistema que le confiere a la ciudadanía un conjunto de derechos importantes en materia salud, educación, seguridad social, recreación... Tienen lógicas completamente contradictorias. Cuando hay más mercado, hay menos democracia. Más mercado implica, por ejemplo privatizar todo el sistema educativo de la Argentina y eso significa que menos gente va a acceder a los distintos niveles de formación. En la medida que se avanza en la mercantilización, se va disminuyendo la democracia”.


Por eso hoy creemos que si bien hay que festejar el grandote paso que dimos desde un país en manos de asesinos a un país "democrático", también es una buena y necesaria oportunidad para rever toditas las falencias que se cometieron en estos 25 años, ponernos tod@s en marcha hacia un protagonismo intenso y permanente, para que en el 2033 (¡ponéle!) tengamos un festejo en serio, que nos llene de satisfacción y del cual tod@s seamos partícipes.